La conciencia ambiental debe ir paralela con la conciencia humanística para que nos preocupemos de que todos los pueblos del planeta se beneficien de este movimiento ecológico, en lugar de que el bienestar de unos implique la marginación y explotación de otros.
El rico bagaje de nuestros imaginarios colectivos, moldeado por la literatura, el cine o los discursos filosóficos, es fundamental para el logro de nuestra autonomía